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Hígado Graso No Alcohólico y Vitamina D: Una Conexión Que Va Más Allá de los Huesos

 

La vitamina D no solo mantiene nuestros huesos fuertes: también podría desempeñar un papel clave en la salud del hígado. ¿Qué sucede cuando esta vitamina falta y se combina con el hígado graso no alcohólico? Te contamos qué dice la ciencia sobre esta relación y por qué mantener niveles adecuados de vitamina D puede ser importante para tu metabolismo.

¿Por qué importa la relación entre vitamina D y hígado graso?

El hígado graso no alcohólico (HGNA) es una condición en la que se acumula demasiada grasa en las células hepáticas, sin que el alcohol sea la causa principal. Este problema se ha vuelto tan común que hoy afecta aproximadamente a uno de cada cuatro adultos en el mundo. Suele relacionarse con la obesidad, la diabetes tipo 2 y otros factores del llamado “síndrome metabólico”.

Por otro lado, la vitamina D es conocida sobre todo por su papel en la absorción de calcio y la salud de los huesos. Pero investigaciones recientes han mostrado que su alcance va mucho más allá. El sistema hormonal de la vitamina D interviene en procesos de inflamación, inmunidad e incluso metabolismo de grasas y azúcares.

Esto lleva a una pregunta central: ¿La falta de vitamina D puede empeorar el hígado graso no alcohólico? Y al mismo tiempo, ¿la enfermedad hepática puede reducir la capacidad del cuerpo para activar la vitamina D?

Desde el punto de vista clínico, este vínculo es relevante porque el hígado convierte la vitamina D que obtenemos del sol y la dieta en una forma activa llamada 25-hidroxivitamina D o calcifediol. Si el hígado funciona mal, esta conversión puede fallar, llevando a una carencia que afecta huesos y metabolismo.

Así investigaron los científicos esta conexión

Para estudiar esta relación, los investigadores han seguido varios enfoques:

  • Estudios de observación: midieron los niveles de vitamina D en la sangre de personas con hígado graso y los compararon con quienes tienen hígado sano.
  • Pruebas de imagen: se usaron ecografías y técnicas como elastografía, que permiten valorar el grado de acumulación de grasa y la rigidez del hígado (marcador de fibrosis).
  • Biopsias hepáticas: en algunos casos, se tomaron pequeñas muestras de tejido para ver directamente el daño y la inflamación.
  • Estudios en animales: se observó cómo el déficit de vitamina D influye en la inflamación y el metabolismo hepático.
  • Ensayos clínicos: se evaluaron suplementos de vitamina D o calcifediol para comprobar si podían mejorar la función del hígado o reducir la cantidad de grasa acumulada.

Este enfoque combinado ha permitido conocer tanto asociaciones como posibles mecanismos de acción.

¿Qué encontraron? Los resultados más relevantes

Los principales hallazgos pueden resumirse así:

  • Alta frecuencia de déficit: Muchas personas con HGNA presentan niveles bajos de vitamina D. En algunos estudios, más de la mitad tenían valores por debajo de 20 ng/ml, que se consideran insuficientes.
  • Relación con inflamación y fibrosis: A menor nivel de vitamina D, mayor fue la presencia de inflamación y tejido cicatricial en el hígado.
  • Mecanismos identificados en laboratorio: La falta de vitamina D activa células que producen colágeno (células estelares hepáticas), aumentando la fibrosis, y empeora la sensibilidad a la insulina.
  • Interacción con la microbiota intestinal: La vitamina D parece proteger la barrera intestinal y reducir el paso de sustancias que activan la inflamación en el hígado.

¿Por qué estos datos pueden cambiar la forma de entender el problema?

Estos resultados permiten comprender mejor cómo un déficit de vitamina D puede ser algo más que un problema óseo. En pacientes con hígado graso, la carencia de esta hormona se asocia con inflamación persistente y fibrosis, que pueden evolucionar hacia cirrosis con el tiempo.

Esto es relevante porque el hígado es el principal responsable de transformar la vitamina D en su forma activa. Si el hígado está dañado, la conversión disminuye, generando un círculo vicioso: menos vitamina D activa → más inflamación y fibrosis → peor función hepática.

Comparado con el conocimiento previo, este vínculo refuerza la idea de que la vitamina D participa en el equilibrio del sistema inmune y del metabolismo hepático. No obstante, hay que matizar que los ensayos clínicos que han probado suplementos de vitamina D no siempre han mostrado mejoras significativas en la grasa hepática o la inflamación. Las razones pueden incluir:

  • Diferencias en dosis, duración del tratamiento y formas de vitamina D usadas (vitamina D3 frente a calcifediol).
  • Variabilidad de la gravedad de la enfermedad en los participantes.
  • Falta de estudios con seguimiento prolongado.

Aun así, mantener niveles adecuados de vitamina D se considera una recomendación razonable, porque además de un posible efecto en el hígado, contribuye a una mejor salud ósea y metabólica. En casos de enfermedad hepática avanzada, los expertos aconsejan usar calcifediol, que ya está hidroxilado y no requiere activación hepática.

¿Qué podemos concluir sobre la vitamina D y el hígado graso?

La relación entre vitamina D y hígado graso no alcohólico es compleja y bidireccional. La falta de vitamina D puede favorecer la inflamación y la fibrosis, mientras que el daño hepático disminuye la capacidad de convertirla en su forma activa. Aunque los suplementos no han demostrado cambios radicales en la evolución de la enfermedad, mantener niveles adecuados (al menos 30 ng/ml) es importante para la salud global y puede ayudar a contrarrestar parte del riesgo metabólico.

Para pacientes con HGNA, especialmente si tienen malabsorción o daño hepático severo, el calcifediol es la forma más eficaz de asegurar un aporte suficiente.

¿Quieres saber más? Aquí tienes algunas referencias útiles

  1. Holick MF. Vitamin D Deficiency. N Engl J Med. 2007.
  2. Barchetta I et al. Vitamin D status and non-alcoholic fatty liver disease. World J Gastroenterol. 2014.
  3. Sharifi N et al. Does vitamin D improve liver enzymes in NAFLD? Clin Res Hepatol Gastroenterol. 2019.

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Por:
María José Mancheno
Master en Nutrición Metabólica

Master en Obesidad y Enfermedades Metabólicas
Especialista en Nutrición Deportiva

Especialista en Nutrición en Inflamación, microbiota y patologías digestivas

Especialista en tratamiento FODMAP

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