Durante años, los huevos fueron considerados un riesgo para la salud cardiovascular por su contenido en colesterol. Sin embargo, la ciencia actual ha replanteado esta creencia. ¿Cuántos huevos se pueden comer sin perjudicar la salud?
¿Los huevos son realmente un enemigo del corazón?
Durante décadas, los huevos han sido protagonistas de uno de los debates más persistentes en nutrición clínica: ¿su consumo regular aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares? Esta duda es especialmente común entre pacientes con hipercolesterolemia o antecedentes familiares de enfermedad coronaria. La inquietud se basa en el hecho de que un huevo contiene, en promedio, entre 180 y 220 mg de colesterol, una cifra que históricamente se consideraba excesiva.
Este tema cobra particular relevancia en contextos clínicos donde la regulación lipídica es esencial, como en el manejo de la dislipidemia, el síndrome metabólico y la prevención secundaria tras eventos cardiovasculares. Pero, ¿es justificada esta preocupación con la evidencia actual?
El colesterol en los huevos: ¿un problema real o una falsa alarma?
Desde el punto de vista fisiológico, el colesterol ingerido en la dieta no siempre se traduce directamente en un aumento de colesterol plasmático. Esto se debe a mecanismos homeostáticos hepáticos que regulan su síntesis y absorción. No obstante, en personas con ciertas variantes genéticas (como en la hipercolesterolemia familiar) o con enfermedades metabólicas avanzadas, estos mecanismos pueden estar alterados.
¿Cómo investigamos los efectos de los huevos en la salud?
Para responder a esta pregunta, diversos estudios han adoptado diseños de intervención nutricional controlada, comparando a grupos que consumen entre 1 y 3 huevos al día con aquellos que los evitan o los reemplazan por otras fuentes de proteínas. También se han realizado revisiones sistemáticas y metaanálisis, con muestras que incluyen tanto a población general como a subgrupos con factores de riesgo cardiovascular.
En general, se analizan los cambios en lípidos séricos (colesterol total, LDL, HDL, triglicéridos), marcadores inflamatorios y la incidencia de eventos cardiovasculares a mediano y largo plazo (entre 3 meses y 5 años).
Esto es lo que realmente ocurre cuando comes huevos todos los días
- No hay relación directa entre el consumo de hasta un huevo diario y mayor riesgo cardiovascular en adultos sanos: según un metaanálisis publicado en The BMJ (2013) que incluyó más de 3 millones de personas, no se encontró asociación significativa entre comer un huevo al día y el riesgo de infarto de miocardio o accidente cerebrovascular en la población general.
- El colesterol alimentario tiene un impacto limitado sobre el colesterol plasmático: estudios del American Journal of Clinical Nutrition han mostrado que, en la mayoría de las personas, el aumento de colesterol dietario induce solo cambios modestos en el perfil lipídico, compensados por una menor síntesis endógena hepática.
- Los huevos aumentan el colesterol HDL (colesterol “bueno”) y mejoran el perfil lipídico en muchos casos: un estudio clínico de 2018 (University of Connecticut) demostró que el consumo de 3 huevos al día durante 12 semanas aumentó el HDL sin afectar significativamente el LDL en adultos jóvenes y sanos.
- En pacientes con diabetes tipo 2, la evidencia es más matizada: algunos estudios sugieren que un alto consumo de huevos (>7/semana) podría asociarse a un riesgo cardiovascular ligeramente mayor en personas con diabetes mal controlada, aunque no se ha confirmado una relación causal.
¿Demonizamos al huevo injustamente? Esto nos dice la ciencia
- Los huevos: alimento completo, no culpable cardiovascular: Lejos de ser un simple portador de colesterol, el huevo es fuente de proteína de alta calidad, vitaminas liposolubles, antioxidantes como la luteína y la zeaxantina, y colina, esencial para la función cerebral.
- Comer huevos con sentido común: Uno a tres huevos diarios puede formar parte de una dieta saludable, especialmente si se combinan con frutas, vegetales, legumbres y grasas saludables.
- ¿Qué cambió respecto a lo que se decía antes?: Hasta 2015, muchas guías limitaban estrictamente el colesterol alimentario. Hoy, la mayoría ha retirado ese límite para la población general, al reconocer la falta de evidencia sobre su impacto real en la salud cardiovascular.
- ¿Hay alguna advertencia que seguir teniendo en cuenta?: Sí, personas con enfermedades metabólicas mal controladas o antecedentes genéticos específicos deben consultar con su nutriólogo antes de hacer cambios significativos en su dieta.
Implicancias futuras y aplicaciones prácticas
- Incluir huevos en una dieta equilibrada, rica en vegetales, legumbres, cereales integrales y grasas saludables, puede ser una estrategia útil para mejorar el perfil nutricional.
- Es necesario seguir investigando en poblaciones específicas (adultos mayores, personas con enfermedad renal o metabólica avanzada).
- Promover una visión integral de la dieta, más allá de nutrientes individuales, es clave para una salud metabólica sostenible.
El veredicto: comer huevos no es malo, si sabes cómo incluirlos
Comer huevos con regularidad, incluso uno al día, no representa un riesgo para la salud cardiovascular en personas sanas y puede formar parte de una dieta saludable. El temor al colesterol de los huevos ha sido sobreestimado y está siendo superado por una comprensión más matizada del metabolismo lipídico y los determinantes reales del riesgo cardiovascular.
Referencias recomendadas
- The BMJ – Egg consumption and risk of cardiovascular disease
- American Journal of Clinical Nutrition – Egg consumption and HDL function
- Dietary Guidelines for Americans 2020–2025
- Harvard School of Public Health – Eggs and heart disease
¿Qué opinas tú? ¿Consumes huevos regularmente o aún tienes dudas sobre su impacto en tu salud?
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Por:
María José Mancheno
Master en Nutrición Metabólica
Especialista en Nutrición Deportiva y Obesidad